Uno de los secreto del éxito empresarial: La innovación en la gestión.
La innovación de la gestión es la invención y aplicación de una práctica de gestión, proceso, estructura o técnica que es nueva en el estado de la técnica y que busca otras metas de la organización.
Los procesos de innovación de gestión (IG) deben contener unos mínimos en su desarrollo: ser permitidos y liderados por la gerencia; deben participar los trabajadores de forma activa en el proceso, aprender de otros sistemas o experiencias similares en otras organizaciones y desarrollar aquellos avances o cambios en áreas concretas, realizando pruebas piloto. El proceso de innovación de la gestión (IG) se establece en 4 etapas:
- La insatisfacción con el status quo: La amenaza del entorno empresarial suele ser un factor determinante para iniciar la inquietud de generar IG. Se produce en el momento que un área de la empresa o toda la organización observa que existe nueva competencia o ventajas competitivas de sus competidores, en ese instante se considera que se está cambiando el posicionamiento de la empresa a una posición de desventaja competitiva y se generan motivaciones para concebir IG.
- La inspiración en otras fuentes para el desarrollo de la IG: El gerente como líder del desarrollo de la IG busca en otras empresas ejemplos de éxito, modelos que le inspiren en el proceso de creación o acomodación de dichas experiencias a su propia empresa.
- Invención: El momento “eureka” no está definido, surge cuando se reúnen varias circunstancias o visiones. Por ejemplo, como unión de los puntos anteriores, la insatisfacción y la inspiración. Se deben desarrollar actividades que faciliten la creación de la IG. La participación de los trabajadores y liderazgo trasformador facilitarán el momento “eureka”.
Validación interna y externa: Como todos los cambios o modificaciones dentro de la empresa, se requiere de una gestión adecuada de validación interna, en este proceso el principal escollo se encuentra en la resistencia al cambio. Para facilitar el desarrollo deben quedar claros desde el origen aspectos básicos como: objetivos claramente definidos, personal participante concretado y formado, tanto interno como externo y una planificación que lleve asociada la mejora continua. La validación externa suele realizarse por un agente externo: entidad, asesor, académico, etcétera, y consiste en que un observador externo comprueba la eficacia de la IG.